No se puede entender a la muerte
hasta que no se la halla muy cerca.
El olor de la muerte confunde,
huele a tristeza, a miedo y a tristeza.
En el corazón duras tormentas,
los pulmones contraídos se pierden
y de pronto: el último aliento de vida,
que huye por las comisuras del cristal
que se haya estrellado por el odio.
Sigue el silencio,
ya no hay más...
El eclipse: una pausa para respirar y abrazar la vida
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Hace 2 días
1 comentario:
Martaaaaaa, que chido que ya tengas blog, lo voy a enlazar con el mío, tamos en contacto!
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